Míster Frío

Acá en Anecdotario somos oportunistas, y empieza a hacer frío y todo el mundo empieza a hablar sobre el frío. Entonces acá, como es costumbre, te tiramos la posta acerca del fucking frío.

Tenía varias ideas dando vueltas acerca de este tipo de clima, pero estaba esperando justamente cagarme de frío un par de días como para terminar de moldear y pulir el texto. No nos gusta hablar al pedo, es así. Si vamos a escribir sobre el frío, vamos y enfrentamos el frío, lo probamos. Si hablamos sobre Europa, vamos, viajamos, conocemos. Si hablamos sobre hongos vaginales vamos, los probamos, les sacamos fotos. Anecdotario: Siempre, la voz de la experiencia.

Cumpliendo con el formato de los posts anteriores nos remitimos ahora a la definición (por parte de los expertos) de la palabra del día.

Creo que todos estamos de acuerdo que, en este caso, la palabra del día es HONGO.

Hongo y Honga fueron a nadar al río. Honga se ahogó. Por qué lloró Hongo? Y, claramente por la pérdida de su cálida amiga Honga.

No, mentira. La palabra elegida el día de hoy es: FRÍO.

Qué nos dicen los jodones de la Real Academia respecto al frío? Veamos…

Frío.

1.    m. Sensación que se experimenta ante un descenso de temperatura.

Creo que no hay ninguna sorpresa a este punto, con respecto a la definición de frío. Todos más o menos tenemos claro de qué hablamos cuando hablamos de frío.

Ahora, lo interesante está en observarlo como algo más. Ver el frío como algo que va más allá a una “ausencia de calor”, a una “sensación térmica”, a un “descenso de temperatura”. Hablamos de ver al frío como fenómeno social.

El frío es un fenómeno social. Es parte de nuestras vidas como sujetos pertenecientes en la sociedad. Exponemos honrosamente esta teoría POR PRIMERA VEZ EN LA HISTORIA, acá en Anecdotario. Somos los Rial del mundo Blogger, vieja.

Con el pecho inflado argumentamos, mediante algunas ejemplificaciones, cómo creemos que afecta el frío, a la sociedad.

El frío como tema de conversación:

¿Qué sería de la vida de remiseros y porteros de edificio si no existiera el frío?

Tomémonos apenas un momento para reflexionar nuestras experiencias personales con estos sujetos. El frío es el tópico de conversación por excelencia de estas dos profesiones. Es como si hicieran un curso en común y en el material de estudio una de las unidades fuera:

-          Unidad Nº 3: El inquilino/pasajero y Usted: De qué hablar?

Realmente. Imaginemos una situación normal cotidiana.

*Hace frío y debemos dirigirnos hacia un lugar en particular. Luego de haber llamado a la compañía de remises para pedir que nos envíen un móvil, el mismo llega y nos subimos.  Luego de indicarle nuestro destino, soplamos un poco de aire caliente entre nuestras manos para darles calor. El remisero mira por el retrovisor y comenta:

-          Foo, eh. Se ha venío el frío, nocierto?

-          Se puso fresca la cosa, ahhjá, o no?

-          Qué friasón qui hace culeá, o me va a decí que no? (dialecto exclusivo cordobés, quizás no observable en el resto del país)

-          ‘Ta fresco pa’ corpiño calado ah?

-          Juoo, ‘ta ofri pa’ culeá sin medias papi, jojo!

Dirijámonos por un momento ahora hacia la otra profesión. Presentemos un ejemplo de una situación común en el edificio que habitamos.

*Hace frío y acabamos de llegar a nuestro edificio. Entramos al pallier y pedimos el ascensor, que está en el piso 8, por lo que va a demorar unos momentos. Mientras, el atento portero barre con su lampazo el piso del pallier. Luego de saludarnos cordialmente, como todos los días, nos dice:

-          Se hizo rogar el invierno, pero parece que ya se vino!

-          A sacar las camperas de los placares, eh.

-          Dicen que va a seguir frío hasta el lunes (es viernes, siempre)

-          Escuché en Cadena 3 que estaba nevando en Tancacha!

-          Se me llenó la verga de estalactitas!!!!!

Como podemos observar y si queremos, comparar con las situaciones personales, el tema del frío parece tener que ser mencionado en cada conversación, casi obligatoriamente.

Es como que existe una demanda implícita en nuestra sociedad que nos impide mantener un silencio “incómodo” con aquellas personas que conocemos bastante como para saludar, pero poco como para contarles que nuestra suegra se hizo el bypass gástrico el mes pasado. Ante esta demanda aparentemente impuesta, nuestro instinto pelotudo no hace otra cosa que recurrir una y otra vez al mismo tópico (el frío) para evitar de este modo, ese silencio que tanto deberíamos valorar.

El frío como excusa:

El ser humano es de poner excusas para hacer cosas que quiere hacer o, por el contrario, evitar hacer cosas que no desea hacer.

En base a eso se han inventado, desde los orígenes, todo tipo de excusas aplicables a todos los aspectos de la vida.

Los ejemplos son innumerables:

-          Ya hice otros planes

-          No me dejan

-          Me duele la cabeza

-          A esa hora tengo clases

-          Me quebré el brazo

-          Hoy no me depilé

-          Mi religión no me lo permite

-          No escuché cuando dijo que había que ir

-          No me llegó el mail

-          Me vino a chorros

-          Tengo que cuidar a mi abuela

-          Hoy me toca baldear la vereda

-          Tengo que baldear a mi abuela (Algunos son combinables. Algunos, no podés decir “Hoy no me depilé la religión", por ejemplo. Rescatate.)

-          Y, por supuesto: HACE FRÍO.

El frío se utiliza como excusa para hacer cosas que queremos o no queremos hacer, aunque no tenga nada que ver con el frío.

-          No, está muy frío para ir al gimnasio

-          Nada más lindo para este frío que comerse 45 barras de chocolate

-          Ni da ir a la facultad con este frío, mejor me quedo estudiando tapado y con una docena de tortas fritas

-          (A la minita que te gusta) No, no me pinta salir con este frío. Está IDEAL para quedarse a ver una peli. Traducción: Garchá conmigo porfi.

-          (A tu vieja) No voy a la facu hoy. No sabés el frío que hace allá, y yo no tengo ninguna campera así abrigada. Traducción: Dame plata para comprarme una campera desabrigada y una camisa para salir el finde.

-          Depilarse el bozo con este frío? Na, ni da. No es la moda.

Y así, el frío es aplicable como excusa para casi cualquier circunstancia. Pareciera inclusive que es una excusa socialmente aceptada, comprensible y tolerable.

Así que reflexionen. Piensen. Cuando vayan a quejarse del frío piensen en como éste nos ayuda a pasar momentos socialmente pedorros. Piensen en el portero. Piensen en el remisero. Piensen en la gorda peluda.

A mi particularmente el frío me encanta y no me restringe para nada. Por ejemplo. Hoy, aunque nieve: SE SALE FUERTE.

Y les dejo un temita para que se les caliente un poco el pecho.

Hola, soy Francisco, la cara boba detrás de Anecdotario.

Este es el vigésimo posteo en este Blog y con éste se cumplen ya 20 historias, 20 anécdotas, 20 rejuntes y mezcolanzas de experiencias, relatos, boludeces y cosas que me divierten mucho compartir.

Por eso es que ahora he decidido postularme como embajador de la

Na, hablando en serio. Muchas gracias a todos aquellos que me leen o que alguna vez leyeron alguna de las pelotudeces que escribo cada tanto en este espacio repleto de las anécdotas de un otario.

Las generaciones más viejas dicen que los jóvenes ya no leemos. Y está bueno demostrarle que, aunque sean huevadas, algo leemos.

Salúd y buen viernes para todos. Garchen y sean garchados!