Ideota: Fran Sedevich.

viernes, 8 de marzo de 2013

Eh, dificio!


Bueno, hoy es viernes y son aproximadamente las seis de la tarde. Como por lo visto todavía NO SE VA A HACER DE NOCHE y es preciso matar el tiempo de alguna forma, escribo.

Comienzo la rutina. Para ponerme a escribir por lo general requiero de tres cosas básicas (no piensen que voy a decir inspiración y esas huevadas):

COMIDA
BEBIDA
MÚSICA

La onda con la comida es que sea algo que no manche, no tenga salsa ni jugo y que, en lo posible, requiera solamente el uso de una o ninguna de las manos. De esa forma utilizo las manos para escribir y sacarme los mocos. Si es rico, mejor. Y sino podés hacer como yo, que agarré unos grisines integrales que compró mi vieja y que son como morder una lima de uñas. Los grisines los dejás en el escritorio en frente de tu pera y cuando pinta metés un comordis sin las manos y seguís escribiendo. Estos métodos los uso cuando voy a escribir pelotudeces, si estoy estudiando es OOOOOOBVIO que voy a dejar de escribir, correr los apuntes y ponerme a hacer lo que más demore, una bagna cauda o un cabrito al microondas.

Para la bebida también está bueno conseguir algo que no requiera el uso de manos. Se facilita la tarea mucho más que con la comida ya que todo se soluciona con el uso de un sorbete, o como me gusta a mi, pajita.
La elección del día de hoy es Fanta porque, si todavía no te enteraste, acá tengo una posta para tirarte:

LA FANTA CURA LA RESACA.

Es mortal. Rica, refrescante y te mata todos los mini guachitos con botines que tenés pateándote las paredes del cerebro. Anoche se salió fuerte y hay que recuperarse porque hoy es viernes, y los viernes son de mucha expectativa (lectores asiduos del blog ya sabrán el porqué).

La música por lo general intento que sea sólo instrumental. Primero porque soy de ésos que se distraen y se cuelgan media hora mirando una baldosa, y segundo porque las letras de las canciones me dan buenas ideas y me siguen surgiendo ideas mientras escribo y entonces las escribo y me voy yendo por las ramas y después no vuelvo nunca fucking más! Igual también a veces me cebo criticando a alguien o hablando mal de alguien y me pongo bélico y ahí prefiero escribir escuchando una entrevista a Ricardo Iorio. Hoy elegí esta banda para musicalizar la escritura. No es instrumental, tiene letra y es muuuy buena.

Y bueno, así comienza el ritual. Nadie dice nada, pero, yo lo siento igual. Ah.

Ustedes se dan cuenta cómo los bicicleteé UNA página ENTERA contando las boludeces que hago antes de sentarme a escribir? Si todavía no cerraste la página y te pusiste a ver cómo va a estar el clima el finde o qué hay de nuevo en Poringa sos un groso.

Hoy se me ocurrió escribir sobre la gente que vive acá, en mi edificio.

A veces pienso que me pasan especialmente las cosas para que me divierta y escriba sobre ello, si viviera en una casa no tendría que cruzarme con tanta gente a diario y poder observar las cosas que observo.

Es gracioso porque podés observar pequeños pedazos del estilo de vida de mucha gente (en mi edificio hay aproximadamente 100 departamentos) (es la segunda vez en el post que uso la palabra “aproximadamente”, el que encuentra primero la otra vez que la usé se gana un paquete de manteca o margarina (a elección) de 100 gramos!)

Ves? Ya me perdí. Ah, decía que acá vive mucha gente y uno puede observar un poco cómo viven o qué hacen o a qué se dedican o si les gusta que les hagan brbrbrbrbrbrbrbrbr entre las nalgas. A lo mejor soy yo que me gusta sentarme a ver esas cosas de la gente. Bienvenido sea.

Me gustaría empezar con mi vecina.

Los afortunados (re que no) que me tienen en el Facebook habrán (o no) leído que ocasionalmente suelo escribir pequeñas frases para ella.

Antes que nada quiero aclarar que es una muy buena vecina, posta. Es amorosa y siempre me devuelve el gato cuando se cruza por el balcón y se mete en su depto. El gato es mío y me lo garcho cuando quiero jajajajajajajajaja

Volviendo al tema. No es una mala vecina, es que tiene algunos gustos o costumbres que no comparto y me gusta hacer un poco de humor sobre eso.
Hago la aclaración porque no quiero ofenderla y además porque mi mamá siempre me dice “Dejá de escribir sobre la vecina que algún día lo va a leer y se va a armar la hecatombe!” (Nota: La palabra “hecatombe” fue agregada intencionalmente por el autor debido a su graciosa pronunciación)
Andá a ponerle Hecatombe a tu hijo

Ehhh Heca!

Basta, vuelvo.

Está bien, yo la entiendo. A ella le gusta cocinar bifes, le parecen ricos, está bien. Por supuesto, ni ella ni nadie quieren que el departamento se les llene de olor a bife. Pero cuál es la cuestión. Nuestros departamentos comparten una pared, es decir, están pegados. Por lo que si ella abre TODAS sus puertas y ventanas, el 90% del aroma que emane el bife termina en mis sábanas, mi ropa, mis muebles, mis paredes. Después caen las visitas (mentira, nunca vienen visitas) y dicen “Phooooo, qué olor a bife, comiste bife?”
Bife te voy a dar yo, infelíz, irrespetuoso! Ah por qué

Otro punto que pienso mencionar en la reunión de consorcio (jaja) es la extraña obsesión que tiene esta muchacha con escuchar Arjona y Abel Pintos (siempre los mismos tres temas de cada artista) en volumen 174 con los parlantes apuntando a mi pieza y ENCIMA, ENCIMA haciendo karaoke. El otro día mientras intentaba escribir el PAJEROTEST la enganché justo comiendo (un bife, seguro) mientras cantaba “fuiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiste tuuuuuuuuuuuuuuuuu”. Muy asesina.

Basta, te quiero vecina. Disculpame por cuando el gato se cruza y te mea la pelopincho (es de un sketch de capusotto pero no puedo seguir poniendo links porque ya quedo como Don Otario)

Cruzando el pasillo vive una parejita muy tierna de alrededor de 70 añitos. Tuve la oportunidad de charlar dos veces con el viejito. Es un señor educado, correcto, amistoso y gentil. Se llama Carlos. Carlos tiene el gracioso hábito de (al menos en verano) dejar abierta la puerta de su departamento y sostenida con la caja vacía de un dvd para que no se cierre. Gracias a este sistema (o mejor dicho, lamentablemente) tenemos la opción de, cuando salimos de nuestro departamento, observar hacia el interior del suyo. Todo este preámbulo en realidad fue para decir que un día enganché al viejito en un slip amarillo, pantuflas y un bowl con pururú. Me vio y su reacción fue como “ehh che, un poquito de privacidad”. En serio boló? Andás en tarlipes (no puedo creer que dije tarlipes matenme) por tu casa con la puerta abierta y querés privacidad?

Lo que también es curioso es el espacio común, o los espacios comunes. El hall, el ascensor, los pallieres. Son lugares donde te pasan las cosas cuando no te tiene que pasar. Al menos a mi.

En el hall cuando estés apurado, te vas a encontrar con el encargado que te tiene que contar de alguna refacción que tienen que hacer, o con el guardia que te va a contar porqué no terminó el secundario (les juro que me lo contó) o se te va a trabar la fucking puerta. Por el contrario cuando no tengas apuro y estés saliendo a tomar aire no va a haber una fucking alma recorriendo el edificio.

NUNCA te vas a cruzar una minita linda cuando estés bien vestido, afeitado, bañado, perfumado.

Ahora, cuando vuelvas de jugar al fútbol y estés croto, mugriento, embarrado, barbudo cual homo erectus te vas a cruzar con dos minas hermosas, que conocés y tenés que saludar y encima van a viajar en el ascensor con vos, donde el reducto va a amplificar todas tus fragancias a bolas, culo, sobaco y caca.

Si estás esperando el ascensor, por las dudas no te empieces a acomodar con el dedo el piercing de la naríz. Se va a abrir la puerta y te vas a cruzar con alguna minita (probablemente alguna de las que te olió todo el aroma futbolístico previamente) y va a pensar que te estás horneando un pan adentro de la naríz y que está a punto de salir.

Ahora, si sos como quien te habla (quien te escribe mejor dicho) y no te importa mucho lo que piensen los demás y te cagás un toque en la convivencia, podés aprovecharte de esa mala suerte y ser un poquito hijo de puta. Yo cuando vuelvo de jugar al fútbol, me subo al ascensor, me saco la remera y me refriego contra las paredes, y antes de bajarme intento que se me patine un pedo cosa que el próximo que suba no le pueda mezquinar naríz a todo el Hiroshima corporal.

Algo divertido para hacer las tardes de lluvia es prender pequeños bollitos de papel con un encendedor en frente de las puertas de los departamentos de tus vecinos y correr por todo el pasillo gritando “FUEEEEEEEEEEGO SE PRENDE FUEGO MI PERRO MI PIANO MIS DISCOS LA ROPA Y EL PERRO CULEAAAAAAAAAAAAAA CORRAN FUEGO FUEGO” y agarrar la cámara de fotos y sacarle a tus vecinos cuando salgan corriendo despavoridos. Total quién no quiere que lo caguen un poquito a trompadas de vez en cuando?


ÚLTIMO MOMENTO: Vecino intenta jugar broma a sus vecinos y termina prendiendo fuego edificio completo. Acusa haber sacado la idea del blog de algún otario! Ampliaremossssssssssssss

No, posta, no lo hagan en sus casas. Ni en sus pallieres ni en sus edificios ah.

Y cuando me di cuenta, ya se hizo de noche J

Que tengan un muy buen viernes y fin de semana en sí!
Hasta la próxima! Si sos varón usá forro, si sos minita no lo pinchés eso es de culeada.

Un abrazo.

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